VIVAN LOS ESTAFILOCOCOS

*Nota= sólo sé que los estafilococos son una clase de bacterias*

Yo que me reía sacando pecho cual Doctor Slump cuando se pone chulo, de todo aquel que a estas alturas del crudo invierno (no sé por donde hemos perdido al otoño) se pone malito, y me levanto esta mañana con los ojos tan hinchados que parece que me he estado peleando con un skinhead con clavos en los nudillos. Menos mal que me conozco al dedillo el teclado y que no necesito mirar para escribir, porque mi visión se ha reducido considerablemente. Ya sabéis, eso que pasa cuando cierras los ojos.

El caso es que las manos las tengo más frías que de costumbre. Es un hecho sabido por todo el que, por desgracia, convive conmigo y es alcanzado por mi tacto, que soy peor que Pícara. Que cuando toco, congelo, inclusive en verano. Y es que las manos las tengo frías todo el año. Pues ahora las tengo tan frías que me estoy asustando, y recurro a un lápiz para rascarme donde me pique: estoy segura de que si me rascase con un dedo se me congelarían las venas. Y no, no se puede practicar la criogenización con seres humanos (o eso tengo entendido, para no hacerme la brava y luego meter la gamba. El caso es que no se puede porque cuando se congelan los órganos y vuelven a descongelarse, se rompen en trocitos cual granizado de limón).

Al menos en mi casa han tenido el detalle de comprar un calefactor para el baño, y así cuando me ducho desaparecen las estalactitas del techo, pero no esa gruesa capa de hielo que cubre la pared.

Pronto volverá a casa otro enfermito. Los señores de Packard Bell me devolverán al niño de mis ojos, lo pondrán delicadamente encima de la mesa, lo enchufarán y harán todo lo que tengan que hacer porque así lo manda el rey, y me demostrarán que han sido capaces de arreglarlo en condiciones para que dure 70 años más.

You... sexy girl... with mocos colgando.