GAJES DE SER BAJITA, MAMÁ
Vuelvo a tener los ojos cual nueces de California (eran nueces, ¿no?) y además pensé que aguantaría mucho más tiempo sin escribir una palabra, pero hoy me han venido... las ganas.
Así que mi madre fuchica, como buena madre que es, en la cocina. A parte de descubrir utensilios de cocina que nunca habías visto y tampoco sabes para qué sirven (una especie de colador-triturador-tenedor-esparceazúcar, una cucharilla pequeña con un agujero en el centro, como la de Sally), o que sabes para qué sirven pero no utilizas nunca, descubrió el último piso de la alacena del desayuno.
La alacena del desayuno constituye un Estado Libre Asociado (sí, como el País Vasco) dentro de la cocina. Tiene 4 estantes grandes hasta el techo (uno encima de otro, se entiende) y allí se guarda todo lo que se utiliza en el desayuno. Y patatas fritas de bolsa, que sigo sin saber qué hacen allí. El último estante está a una altura considerable: tanto, que desde mi perspectiva-1'63 metros no alcanzo a vislumbrar siquiera lo que hay. Así que puede que sólo sea Estado Libre Asociado de Productos Desayuniles y Patatas Fritas de Bolsa para mí.
Cada vez que quiero algo de esa alacena que venga en paquete, lo cojo de los pisos inferiores y como un acto reflejo, lo lanzo cual jabalina al último estante. No importa que estuviese en el primero o segundo, lo lanzo al cuarto. Y si ademas tiene "cola", como los paquetes de panbimbo de molde, los lanzo con mayor razón todavía.
El caso es que mi madre se enfadaba, porque no sabía nunca a dónde habían ido a parar las bolsas de croissants (ni curasán ni leches, que lo he buscado en el diccionario), las de pan bimbo o las de patatas fritas. Hoy se subió a la banqueta (que conste que mi madre y mi hermano son los más altos de la casa, así que pueden ver todo lo que esté en la parte más adelantada de la bandeja del estante, pero es que la bandejita es profunda la cabrona) y descubrió fácil 2 bolsas de croissants, una de patatas fritas, de panes de perritos calientes y otras delicias de bollería industrial. Y todas rotas, claro, del golpe que se llevan contra el fondo de la alacena.
¿Y qué culpa tengo yo de ser tamaño estándar? Si mi naturaleza, por instinto, me lleva a lanzar productos-alimenticios-con-alto-grado-de-colesterol contra el fondo del cuarto piso de la alacena del Estado Libre Asociado de Productos Desayuniles y Patatas Fritas de Bolsa.
Así que mi madre fuchica, como buena madre que es, en la cocina. A parte de descubrir utensilios de cocina que nunca habías visto y tampoco sabes para qué sirven (una especie de colador-triturador-tenedor-esparceazúcar, una cucharilla pequeña con un agujero en el centro, como la de Sally), o que sabes para qué sirven pero no utilizas nunca, descubrió el último piso de la alacena del desayuno.
La alacena del desayuno constituye un Estado Libre Asociado (sí, como el País Vasco) dentro de la cocina. Tiene 4 estantes grandes hasta el techo (uno encima de otro, se entiende) y allí se guarda todo lo que se utiliza en el desayuno. Y patatas fritas de bolsa, que sigo sin saber qué hacen allí. El último estante está a una altura considerable: tanto, que desde mi perspectiva-1'63 metros no alcanzo a vislumbrar siquiera lo que hay. Así que puede que sólo sea Estado Libre Asociado de Productos Desayuniles y Patatas Fritas de Bolsa para mí.
Cada vez que quiero algo de esa alacena que venga en paquete, lo cojo de los pisos inferiores y como un acto reflejo, lo lanzo cual jabalina al último estante. No importa que estuviese en el primero o segundo, lo lanzo al cuarto. Y si ademas tiene "cola", como los paquetes de pan
El caso es que mi madre se enfadaba, porque no sabía nunca a dónde habían ido a parar las bolsas de croissants (ni curasán ni leches, que lo he buscado en el diccionario), las de pan bimbo o las de patatas fritas. Hoy se subió a la banqueta (que conste que mi madre y mi hermano son los más altos de la casa, así que pueden ver todo lo que esté en la parte más adelantada de la bandeja del estante, pero es que la bandejita es profunda la cabrona) y descubrió fácil 2 bolsas de croissants, una de patatas fritas, de panes de perritos calientes y otras delicias de bollería industrial. Y todas rotas, claro, del golpe que se llevan contra el fondo de la alacena.
¿Y qué culpa tengo yo de ser tamaño estándar? Si mi naturaleza, por instinto, me lleva a lanzar productos-alimenticios-con-alto-grado-de-colesterol contra el fondo del cuarto piso de la alacena del Estado Libre Asociado de Productos Desayuniles y Patatas Fritas de Bolsa.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home