Laverne

Cada uno es como es y bastante desgracia tiene...

miércoles, abril 28, 2004

ME VOY A LIMPIAR EL CUARTO DE BAÑO.



¡Hola hola, queridos niñitos!

Niñitos míos, aprendices de funcionarios, sé qué os ocurre. Sé qué os pasa por las noches cuando no podéis dormir: os preguntáis cómo es posible que yo sea tan sabia.

Pequeñines, después de tantos años sabiéndolo todo, he comprendido que soy una egoísta. Debería haber compartido con vosotros el secreto de mi éxito intelectual. Y aquí os congrego para que vosotros podáis aspirar algún día a ser como Yo.

Todo lo que sé me lo ha enseñado El Mundo de Beakman, que es la mejor serie educativa infantil que os podáis echar a la cara. Si no la conocéis porque en vuestra comunidad autónoma no la emitían, porque sois gilipollas o porque, sencillamente, preparábais oposiciones a fiscal general del Estado, tirad del Emule.

Con ella aprendí cómo se sujetan los puentes, por qué los faquires no se quedan clavados en sus pinchocamas, cómo se empasta una muela, cómo romper una guía telefónica por la mitad utilizando sólo las manos, cómo se hacen los objetos (supuestamente de cristal) que el bueno de la película le rompe en la cabeza al malo o como funciona un retrete.

¿Ya? ¿Ya puedo irme?