DOSTÓ DOSTÓ
Dostó dostó, ¿qué me pasa, que no posteo?
Ya lo sé, contertulios míos, que una tarda tres semanas en limarse las uñas y parece que no aparece. Ni por aquí ni por allá. Pero existo, os leo, y os busco en mis noches solitarias.
A mí me gustaría que algunas personas no suplicasen constantemente que les pase una foto mía (más concretamente una foto de mi cara). Puedo prometer y prometo que tengo una cara: si es esa la curiosidad podeis dormir tranquilos. Tengo dos ojos, una nariz con dos fosas nasales y una boca con todos sus complementos. Incluso dos orejas. Fíjate: hasta dos orejas me permito tener. De modo que si lo que queréis es encontrarme paseando por la calle, lo tenéis fácil: tengo pinta de ser humano. Además, del género femenino. Luego no digáis que no desvelo nada de mi aspecto exterior.
Fuera borderías y puteos: no hay ninguna razón especial para no publicar fotos de mi cara. No soy amorfa, ni tengo bigote y una sóla ceja, no me lo prohíbe mi religión ni tengo roto el objetivo de la cámara. Es sólo que no lo considero necesario.
Y con esto y un bizcocho, volveré cuando lo hagan las oscuras golondrinas.
Ya lo sé, contertulios míos, que una tarda tres semanas en limarse las uñas y parece que no aparece. Ni por aquí ni por allá. Pero existo, os leo, y os busco en mis noches solitarias.
A mí me gustaría que algunas personas no suplicasen constantemente que les pase una foto mía (más concretamente una foto de mi cara). Puedo prometer y prometo que tengo una cara: si es esa la curiosidad podeis dormir tranquilos. Tengo dos ojos, una nariz con dos fosas nasales y una boca con todos sus complementos. Incluso dos orejas. Fíjate: hasta dos orejas me permito tener. De modo que si lo que queréis es encontrarme paseando por la calle, lo tenéis fácil: tengo pinta de ser humano. Además, del género femenino. Luego no digáis que no desvelo nada de mi aspecto exterior.
Fuera borderías y puteos: no hay ninguna razón especial para no publicar fotos de mi cara. No soy amorfa, ni tengo bigote y una sóla ceja, no me lo prohíbe mi religión ni tengo roto el objetivo de la cámara. Es sólo que no lo considero necesario.
Y con esto y un bizcocho, volveré cuando lo hagan las oscuras golondrinas.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home