"En Dublín las muchachas hermosas son como un jazmíiiiin"
Estaba en Stradivarius con mi madre buscando un abrigo (¿yo? ¿Stradivarius? ¿comprando?) cuando de pronto la gente nos reconoce y se queda mirando a cierta distancia y con respeto mientras nosotras observamos todas las prendas de arriba a abajo. Hacemos una ruta por todo el local y de pronto veo unos gatitos moníiiiiisimos en una esquina. Una voz me dice: tienes que cuidar de ellos. Y me teletransporto hasta el edificio donde vivía mi abuela (q.e.p.d.) y con el que muchas veces sueño. El pasillo del edificio de mi abuela es... peculiar. Monótono y lleno de perros. Daba hasta miedo subir por las escaleras, porque los malditos perros te ladraban al oído y el eco de los descansillos no favorecía nada la conservación de éste. Más de una vez creí quedarme sorda por culpa de los putos perros.
El caso es que estaba subiendo por las escaleras hasta el sexto y una vez llegaba, abría la puerta de la casa dónde vivían los gatitos y todo estaba a oscuras. De modo que cuando le pisé la cabeza sin querer a un animal, me agaché y lo acaricié a oscuras. Y el muy cabrón me mordía la mano y no me la soltaba, tal y como suelen hacer los perros. No muerden como para quejarte de dolor, pero son un poco plastas y si elevas la mano, el perro sube con ella porque nunca te sueltan. El caso es que yo creí que era uno de esos mininos tan monos y seguí con el animal enganchado en la mano hasta que encendí la luz. Maldita la hora: era un perro maloliente y propiedad del vecino del primero de mi abuela. Como el perro no se soltaba ni a gritos ni a golpes en la cabeza con mi mano izquierda, tuve que golpearlo contra la pared al más puro estilo Braindead varias veces para que se soltase. Salí corriendo escaleras abajo y el perro me seguía. Y me siguió hasta que me cogió de nuevo la mano con su mandíbula y yo ya no sabía que hacer. Ni patadas ni golpes contra la pared ni leches. Así que fui al primero a deshacerme del perro: supuse que su dueño se preocuparía de él. Qué va... seguí caminando con el perro enganchado a mi mano y olvidándome de los gatitos.
Me teletransporto sin perro hasta el colegio. El colegio al que iba de pequeña era un edificio normal y corriente, de pisos y habitaciones como todos los edificios de este mundo (seguro que muy parecido al edificio donde vivís vosotros), pero las puertas de cada piso no eran de seguridad como todas, sino que habían hecho unos apaños para que en el fondo, pareciese un colegio. Pues no sé por qué, pero mis ex-compañeros de colegio y yo caminábamos cuesta arriba por la izquierda camino a sabe-dios-qué. Mi hermano también venía. Recuerdo haber pasado por el camino tal y como es en realidad (o era) pero lo que no había era una casa. La casa tenía el garaje en el segundo piso,a , evidentemente, unos metros del suelo. Pues nada, un coche coge y sale del garaje marcha atrás, cae en el suelo perfectamente y sigue su camino. Y los demás como si nada...
De pronto torcemos hacia la derecha y ya no están mis ex-compañeros de clase, sino todos los niños y niñas que estuvimos en Irlanda. Pues allí iba yo, con M. y B. (Asturias) hacia el colegio de nuevo cuando se detienen en la carretera dos coches. De uno sale M. (Badajoz) y de otro Carmen Sevilla (?¿), que iba muy bien equipada al cole con dos mochilas y un lunchbox de esos dibujos de ponys de colores... No sé si se llamaba Mi pequeño pony (al menos en el anuncio de los juguetes siempre soltaban un "Mi pequeño poni junto al arcoiris va" tremendamente ridículo) pero estoy segura de que si el lunchbox de Carmen Sevilla tenía caballitos de colores es culpa de la imagen que Aracne ha puesto en su último post.
Le decíamos a Carmen Sevilla que si quería ayuda con sus mochilas, y la mujer, muy simpática, nos decía que no hacía falta, que no pesaban nada y que estaba estupendamente. Y de pronto me desperté :|
Y estoy preocupada por N. y su examen suspenso y sus problemas familiares. Más preocupada que si me hubiese ocurrido a mí. A Alba le han dado habitación en el Burgo, así que todos contentos y felices. Y mi ego (que es como el Ave Fénix y resurge de sus cenizas) vuelve a habitar dentro de mí, como tiene que ser. Esta vez su ausencia duró demasiado, pero ahora está traslandando a gran velocidad los muebles y estoy segura de que pronto va a volver a quedarse todas las noches a dormir conmigo.
1) ¿Dónde estabas y que hacías el 11 de septiembre de 2001? ¿Cómo te enteraste del ataque a las torres gemelas?
Pues lo cierto es que no me acuerdo. Ya os he dicho que tengo muy mala memoria. Sólo recuerdo que estaba en mi casa hablando por teléfono con N. y lo dejamos para ver la televisión (joder, pues sí que me acuerdo xD)
2) ¿Dónde estabas y que hacías el 31 de agosto de 1997? ¿Cómo te enteraste de que Lady Di había muerto?
Recuerdo que me acababa de levantar y puse la televisión en la cocina y me enteré en un informativo especial que aquella madrugada Lady Di había tenido un accidente de automóvil y que había muerto. Así de fácil y sencillo.
3) ¿Dónde estabas y que hacías el 22 de noviembre de 1963? ¿Cómo te enteraste de que habían asesinado a JFK?
Pues mira, mi madre tenía un año así que no sé dónde estaba. Y no recuerdo haberme enterado de que JFK fue asesinado, pero el caso es que lo sé.
4) ¿Dónde estabas y que hacías el 13 de mayo de 1981? ¿Cómo te enteraste de que habían disparado al Papa?
Pues estaba en una cafetería del centro cuando... Todavía no había nacido y tampoco sé cómo supe (joder con el "saber" y el "enterar" xDD) lo del Papa.
5) ¿Dónde estabas y que hacías el 20 de julio de 1969? ¿Cómo te enteraste del primer paso del hombre en la luna?
Coño, menudas preguntas. Que no había nacido (y creo que la mayoría de nosotros tampoco). Me enteré porque es algo que todo el mundo sabe. Y recuerdo que en un capítulo de Punky Brewster (usease, "panqui bruster", y no "punqui braster", como decía mi padre) hablaban de algo de la luna y astronautas, pero tampoco recuerdo el capítulo. El caso es que soy demasiado joven como para haber estado en los grandes acontecimientos sociales e históricos de nuestra era. Se siente :/
Buh
Estaba en Stradivarius con mi madre buscando un abrigo (¿yo? ¿Stradivarius? ¿comprando?) cuando de pronto la gente nos reconoce y se queda mirando a cierta distancia y con respeto mientras nosotras observamos todas las prendas de arriba a abajo. Hacemos una ruta por todo el local y de pronto veo unos gatitos moníiiiiisimos en una esquina. Una voz me dice: tienes que cuidar de ellos. Y me teletransporto hasta el edificio donde vivía mi abuela (q.e.p.d.) y con el que muchas veces sueño. El pasillo del edificio de mi abuela es... peculiar. Monótono y lleno de perros. Daba hasta miedo subir por las escaleras, porque los malditos perros te ladraban al oído y el eco de los descansillos no favorecía nada la conservación de éste. Más de una vez creí quedarme sorda por culpa de los putos perros.
El caso es que estaba subiendo por las escaleras hasta el sexto y una vez llegaba, abría la puerta de la casa dónde vivían los gatitos y todo estaba a oscuras. De modo que cuando le pisé la cabeza sin querer a un animal, me agaché y lo acaricié a oscuras. Y el muy cabrón me mordía la mano y no me la soltaba, tal y como suelen hacer los perros. No muerden como para quejarte de dolor, pero son un poco plastas y si elevas la mano, el perro sube con ella porque nunca te sueltan. El caso es que yo creí que era uno de esos mininos tan monos y seguí con el animal enganchado en la mano hasta que encendí la luz. Maldita la hora: era un perro maloliente y propiedad del vecino del primero de mi abuela. Como el perro no se soltaba ni a gritos ni a golpes en la cabeza con mi mano izquierda, tuve que golpearlo contra la pared al más puro estilo Braindead varias veces para que se soltase. Salí corriendo escaleras abajo y el perro me seguía. Y me siguió hasta que me cogió de nuevo la mano con su mandíbula y yo ya no sabía que hacer. Ni patadas ni golpes contra la pared ni leches. Así que fui al primero a deshacerme del perro: supuse que su dueño se preocuparía de él. Qué va... seguí caminando con el perro enganchado a mi mano y olvidándome de los gatitos.
Me teletransporto sin perro hasta el colegio. El colegio al que iba de pequeña era un edificio normal y corriente, de pisos y habitaciones como todos los edificios de este mundo (seguro que muy parecido al edificio donde vivís vosotros), pero las puertas de cada piso no eran de seguridad como todas, sino que habían hecho unos apaños para que en el fondo, pareciese un colegio. Pues no sé por qué, pero mis ex-compañeros de colegio y yo caminábamos cuesta arriba por la izquierda camino a sabe-dios-qué. Mi hermano también venía. Recuerdo haber pasado por el camino tal y como es en realidad (o era) pero lo que no había era una casa. La casa tenía el garaje en el segundo piso,a , evidentemente, unos metros del suelo. Pues nada, un coche coge y sale del garaje marcha atrás, cae en el suelo perfectamente y sigue su camino. Y los demás como si nada...
De pronto torcemos hacia la derecha y ya no están mis ex-compañeros de clase, sino todos los niños y niñas que estuvimos en Irlanda. Pues allí iba yo, con M. y B. (Asturias) hacia el colegio de nuevo cuando se detienen en la carretera dos coches. De uno sale M. (Badajoz) y de otro Carmen Sevilla (?¿), que iba muy bien equipada al cole con dos mochilas y un lunchbox de esos dibujos de ponys de colores... No sé si se llamaba Mi pequeño pony (al menos en el anuncio de los juguetes siempre soltaban un "Mi pequeño poni junto al arcoiris va" tremendamente ridículo) pero estoy segura de que si el lunchbox de Carmen Sevilla tenía caballitos de colores es culpa de la imagen que Aracne ha puesto en su último post.
Le decíamos a Carmen Sevilla que si quería ayuda con sus mochilas, y la mujer, muy simpática, nos decía que no hacía falta, que no pesaban nada y que estaba estupendamente. Y de pronto me desperté :|
Y estoy preocupada por N. y su examen suspenso y sus problemas familiares. Más preocupada que si me hubiese ocurrido a mí. A Alba le han dado habitación en el Burgo, así que todos contentos y felices. Y mi ego (que es como el Ave Fénix y resurge de sus cenizas) vuelve a habitar dentro de mí, como tiene que ser. Esta vez su ausencia duró demasiado, pero ahora está traslandando a gran velocidad los muebles y estoy segura de que pronto va a volver a quedarse todas las noches a dormir conmigo.
1) ¿Dónde estabas y que hacías el 11 de septiembre de 2001? ¿Cómo te enteraste del ataque a las torres gemelas?
Pues lo cierto es que no me acuerdo. Ya os he dicho que tengo muy mala memoria. Sólo recuerdo que estaba en mi casa hablando por teléfono con N. y lo dejamos para ver la televisión (joder, pues sí que me acuerdo xD)
2) ¿Dónde estabas y que hacías el 31 de agosto de 1997? ¿Cómo te enteraste de que Lady Di había muerto?
Recuerdo que me acababa de levantar y puse la televisión en la cocina y me enteré en un informativo especial que aquella madrugada Lady Di había tenido un accidente de automóvil y que había muerto. Así de fácil y sencillo.
3) ¿Dónde estabas y que hacías el 22 de noviembre de 1963? ¿Cómo te enteraste de que habían asesinado a JFK?
Pues mira, mi madre tenía un año así que no sé dónde estaba. Y no recuerdo haberme enterado de que JFK fue asesinado, pero el caso es que lo sé.
4) ¿Dónde estabas y que hacías el 13 de mayo de 1981? ¿Cómo te enteraste de que habían disparado al Papa?
Pues estaba en una cafetería del centro cuando... Todavía no había nacido y tampoco sé cómo supe (joder con el "saber" y el "enterar" xDD) lo del Papa.
5) ¿Dónde estabas y que hacías el 20 de julio de 1969? ¿Cómo te enteraste del primer paso del hombre en la luna?
Coño, menudas preguntas. Que no había nacido (y creo que la mayoría de nosotros tampoco). Me enteré porque es algo que todo el mundo sabe. Y recuerdo que en un capítulo de Punky Brewster (usease, "panqui bruster", y no "punqui braster", como decía mi padre) hablaban de algo de la luna y astronautas, pero tampoco recuerdo el capítulo. El caso es que soy demasiado joven como para haber estado en los grandes acontecimientos sociales e históricos de nuestra era. Se siente :/
Buh
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