Laverne

Cada uno es como es y bastante desgracia tiene...

miércoles, abril 14, 2004

CON DOS COJONES



Me da miedo Teresa Rabal desde que sé que se come a los niños que no ganan. Me lo dijo un individuo un día y le estoy muy agradecida, porque pensaba ir a tocar la ocarina, pero cualquiera se atreve. Lo mismo quedo de última y antes de comerme, me despelleja.

También me han dicho que si tienes hipo, creces. Así que estoy intentando que me venga el hipo, pero hace tantos años que no lo tengo que me he olvidado de cómo se hace. Igual que otros se olvidan de poner las "h" en su sitio.

Al de economía se le ha ocurrido la brillante idea de sacar "voluntarios" al encerado. El tipo parece el presentador de un programa de sorpresas: se acerca a nosotros despacio y con cara de hijo de puta y de pronto, le entrega el rotulador a alguien. Eso significa que tienes que bajar, ponerte rojo, hacer el ejercicio y dejar que te putee (es el típico amargado que necesita suplir sus carencias afectivas metiéndose con la gente. Eso o su madre le dijo un día que era muy gracioso y se dedica a hacer chistes a costa de los demás).

Pues me tocó a . Vino con cara de cabrón y me entregó el rotulador. Le dije:
-Voy a salir, pero que sepa que no tenemos el mismo concepto de la palabra "voluntario".

Bajé al encerado con toda la clase fijándose si tengo los pantalones bien puestos, dónde compré la camiseta, si se me mueve un pelo o se me notan las bragas. Empezó a meterse conmigo por el aro en la nariz. Me preguntó si esperaba llegar muy lejos en la vida, si era de letras y por eso lo hacía tan mal. Se metió conmigo, vaya.

-Mire una cosa... Usted es la autoridad: usted manda y yo dispongo. Pero eso no le da derecho a humillarnos delante de toda la clase. No hay nada más fácil que tenernos cogidos por los huevos [las ofendidas sustituyan la palabra por la que más les guste] y meterse con nosotros cuando estamos acojonados en el encerado. Así que si lo que pretende es una pelea con mi persona y mi verborrea (que, como puede comprobar, la primera es pequeña, la segunda no demasiado) sólo tiene que decirme fecha, hora y lugar. Pero si a lo que he bajado aquí es a hacer un puto ejercicio, lo haré, me corregirá y volveré al asiento como si nada de esto hubiese pasado.


Desde lueguísimo que todo eso es mentira. Pero lo que me gustaría decirle eso si algún día me toca salir al encerado no lo sabéis vosotros bien.