VIOLADORES Y DEMÁS

**Este es un post muy largo. Pero lo leeis igual, ¿a que sí?**

Me han robado la infancia, personas mías.

Me la ha robado un señor muy malo. Día de mi 20 cumpleaños, salgo de casa a las 10:30 cagando virutas porque he quedado y llego tarde. En realidad no llegaba tarde, llegaba temprano, pero tengo que mentir o pensareis que me acojono con violadores potenciales. Y una tiene que dar la imagen de mujer autosuficiente, valiente y con tacones de aguja.

El caso es ése, que me voy por los cerros de Úbeda, que llegaba tarde a mi fiesta particularrr. Como para llegar a mi casa (o al centro, según se mire) hay que cruzar unas lomas, unos puentes con unos ojos muy oscuros y muchos contenedores de basura poblados por extraños seres mierdófagos, pues voy cagando virutas. Y justo cuando estaba a punto de llegar al mundo de luz, me para un tipo.

Él y yo. Solos los dos. Yo y él. Nadie más en la enoooorme y oscuuuura calle que aquel individuo y yo. Era un pringao. Pero los pringaos son los que más miedo dan. Al menos no necesitas imaginación para pensar en por qué son psicópatas. Son pringaos. Y él lo sabía.

Me dice susurrando, en gallego y muy despacio:
-Tú no sabrás de un piso por aquí para alquilar.- Por alguna extraña razón los jueves por la noche debo tener pinta de inmobiliaria.
-Emm... no. Hay carteles en los cristales de las ventanas de los pisos que se alquilan con números de teléfono.- Anguuus, teléfonooo.
-Es que tengo un amigo que quiere un piso por aquí. Antes vivía con dos compañeros de piso, pero ahora no quiere vivir con ellos, ¿sabes?
-Ajá... comprendo... ajá... sí...- ¿Has acabado, retrasado mental?
-Es que mi amigo...emmm...- Empieza a sudarle todo, even la rabadilla- Jejeje, le gusta ir desnudo por su casa ¿sabes?. Y claro, a sus compañeros no les gusta. Pero a él sí: cocina, limpia, hace lo que sea pero desnudo.
Éste es el momento crítico en la conversación. Ni me interesa tu vida, pedazo de carne con ojos, ni mucho menos que tu amigo enseñe a su miembro viril a poner la lavadora.
-Ah...- ¿Y qué cojones voy a decir? Empecé a buscar a gente. Estuve a punto de gritarle a una señora que viniese en mi ayuda, que me dejase el paraguas para producirle una necrosis en los huevos a aquel tipo de tal magnitud que tuviesen que amputarselos con un cortauñas muy pequeño. ¡El cabrón no dejaba que me fuese!
-Yo lo entiendo- seguía el pervertidodemierda- y eso que me casé hace nada. Pero bueno, a mí también me gusta andar desnudo por ahí, ¿sabes? Por la comodidad. Entra fresquito. Se está muy bien. ¿Tú andas desnuda?
-Emm... tengo que irme hijoputa.

Y salí cuasicorriendo.

Y así es como perdí mi infancia.